Aquel 26 de septiembre del 2000 jamás se olvidará el mundo deportivo conoció al chihuahuense Cristian Bejarano que en ese momento aseguró la medalla de bronce en la división de los 60 kilogramos del torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos de Sydney, al imponerse con categoría por 14-12 al kirguís Almazbek Raimkulov, en el Centro de Exhibiciones, que lució pletórico, dicha hazaña sigue presente en todo momento.
Hoy Bejarano Benítez se encuentra de fiesta ya que cumple 39 años de vida, y nunca se podrá sacar de su mente que le dio a México una presea olímpica.
“Antes de la pelea me dijeron lo de (Fernando) Platas y eso me dio más ganas. En los últimos cuatro años, en lo único que pensaba era ser medallista olímpico.
Para eso me preparé todo ese tiempo, alejado de mi familia, pero con ese sueño vivo en cada entrenamiento, en cada pelea, en cada torneo…La presea de Fernando desató la euforia en la delegación mexicana…Recuerda Ricardo Contreras, titular de la federación de boxeo:Cristian era un convencido de que iba a triunfar ese día. Me dijo seriamente: “No se preocupe licenciado, yo bajo hoy con una medalla… después vendrá la de oro”.
Y bajó. Era el hombre de la noche. Ya era medallista, Y tras él los reporteros, los fotógrafos, los dirigentes…Contreras: –Cuando bajó del ring, hubo una trifulca.
Casi llegaron a los golpes otros mexicanos, periodistas. Cuando lo vi más tarde me explicó que él pensaba que si quería irse al profesionalismo, a lo mejor Televisa le daba mayor proyección –Una de las cualidades de Cristian, además de ser un buen boxeador, fue la de ser un agradecido. Un hombre correcto, serio, honesto”, narran las crónicas de lo que se vivió cuando Bejarano ganó la medalla.
Por: Juan Carlos Soberanes
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